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¿Dónde se encuentra el carbono?

El carbono, es uno de los elementos más abundante en el planeta, juega un papel vital en el equilibrio ambiental. Su distribución entre los diferentes almacenes de los ecosistemas se realiza mediante el Ciclo de Carbono.

En líneas generales, este ciclo biogeoquímico comprende una serie de procesos que regulan el flujo de carbono entre distintos reservorios terrestres. Entre estos actores principales, los ecosistemas terrestres son los principales depósitos o sumideros naturales de carbono que existen, acumulando hasta cuatro veces más carbono en sus suelos y biomasa forestal que en la atmósfera (Sanz-Sánchez y Ruiz Uriarte, 2020).

La Convención Marco de las Naciones Unidas etiqueta como "sumidero" cualquier proceso, actividad o mecanismo que absorba o elimine gases de efecto invernadero de la atmósfera. Toda alteración en estos sumideros naturales puede desencadenar desequilibrios con consecuencias climáticas y ambientales.paisaje-natural-marco-mano

Desde la Revolución Industrial, las actividades humanas han alterado este delicado ciclo, a causa de un aporte excesivo de CO₂ a la atmósfera derivado de la quema de combustibles fósiles y de cambios en el uso de la tierra. La deforestación y la agricultura se alzan como principales agentes perturbadores de los procesos de formación y descomposición del carbono en la biosfera. Las consecuencias son variadas, desde cambios en el crecimiento vegetal hasta modificaciones en la competencia entre especies (Malhi et al., 2002).

El carbono en los sistemas forestales se reparte entre biomasa viva, hojarasca y suelo. Estas masas forestales, que albergan más del 80% del carbono global en superficies terrestres (Kanninen, 2000), son cruciales como reguladores climáticos. Los bosques europeos, por ejemplo, absorben entre un 7 y un 12% de las emisiones europeas (Jandl et al., 2007).

A pesar de su importancia, el COS (Carbono Orgánico en el Suelo) es desafiante debido a su acumulación lenta y variabilidad espacial. La gestión responsable de este proceso es esencial para mantener la salud del ecosistema. La aplicación de prácticas sostenibles en la gestión forestal y agrícola puede contribuir significativamente al secuestro de carbono.

Los bosques, además de ser esenciales para el secuestro de carbono, ofrecen una variedad de servicios ambientales. Regulan flujos de agua, proporcionan protección contra inundaciones y son hogar de la mayoría de la biodiversidad terrestre (FAO, 2020).

En Airco2, nos comprometemos a potenciar el poder de los bosques como sumideros de carbono y a fomentar un equilibrio entre el secuestro y las emisiones netas de CO₂. Al entender y respetar la ubicación de nuestro carbono, podemos trazar un camino hacia un futuro sostenible y consciente. La conservación de estos tesoros naturales es esencial para preservar el equilibrio del ciclo del carbono y, por ende, de nuestro preciado planeta.