En el contexto de la creciente preocupación global por el cambio climático y la sostenibilidad...
La herramienta para combatir el Cambio Climático
El cambio climático representa uno de los mayores desafíos actuales. La emisión excesiva de gases de efecto invernadero (GEI) está contribuyendo al calentamiento global y sus impactos devastadores en el medio ambiente, la biodiversidad y la sociedad. En respuesta a esta crisis, se han desarrollado diversas estrategias y herramientas para reducir las emisiones de carbono, y uno de los enfoques más destacados es el sistema de "créditos de carbono".
¿Qué son los créditos de carbono?
Los créditos de carbono son un instrumento financiero y medioambiental utilizado por empresas para cuantificar y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Por cada crédito de carbono que posea una empresa representa una tonelada de dióxido de carbono (CO2) o su equivalente en otros gases de efecto invernadero y ser Net Zero.
El principal objetivo es que cada vez se recompensen cada vez a más empresas por sus proyectos de reducción o eliminación del CO2, mientras que penaliza a aquellas que son contaminantes.
Mercado obligatorio vs mercado voluntario
Los mercados de créditos de carbono están divididos en dos categorías principales:
El mercado obligatorio de créditos de carbono, como su nombre indica, se establece a través de regulaciones gubernamentales que requieren que ciertos sectores industriales y/o emisores de GEI cumplan con ciertos límites, o en consecuencia, adquieran permisos para compensar sus emisiones (llamados créditos de carbono).
En Europa (EU ETS), además de gobiernos, incluye empresas de energía, industria pesada y aviación; los precios rondan los 100€ por crédito
El mercado voluntario de créditos de carbono permite a las organizaciones y a particulares comprar créditos de carbono o participar en proyectos de compensación de manera voluntaria, para conseguir objetivos de emisiones Net Zero. Es decir, permite a las empresas reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al mínimo y compensar el resto. Los precios son de lo más variados, según su origen.
¿Cómo funcionan los créditos de carbono?
El proceso general para obtener créditos de carbono implica las siguientes etapas:
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Identificación del proyecto: Una entidad desarrolla un proyecto destinado a reducir sus emisiones de carbono. Estos proyectos pueden incluir iniciativas de energías renovables, eficiencia energética, gestión forestal, entre otros.
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Evaluación y verificación: El proyecto se somete a una evaluación y una verificación para asegurar que cumpla con ciertos estándares y que realmente genere reducciones de emisiones adicionales a las que habrían ocurrido sin el proyecto.
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Emisión de créditos: Si el proyecto es aprobado, se emiten créditos de carbono en función de la cantidad de emisiones que el proyecto evitará o compensará.
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Venta y comercio: Los créditos de carbono pueden ser comprados y utilizados por otras entidades que necesiten compensar sus propias emisiones. Las empresas que exceden sus límites de emisiones pueden adquirir estos créditos para cumplir con sus compromisos de reducción de carbono.
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Impacto ambiental: Con la adquisición de créditos de carbono, se crea un incentivo financiero para impulsar más proyectos de reducción de emisiones.
Ventajas de los créditos de carbono:
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Los créditos de carbono ayudan a motivar a empresas e individuos en la adopción de prácticas más sostenibles y a invertir en proyectos que reduzcan las emisiones de carbono.
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Permiten que las organizaciones reduzcan sus emisiones de carbono de manera más rentable, incluso si no pueden implementar reducciones directas en sus propias operaciones.
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Los proyectos de reducción de carbono transfieren tecnología y conocimiento a regiones que pueden beneficiarse de mejoras ambientales.
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Proyectos como la gestión forestal pueden tener beneficios adicionales, como la protección de la biodiversidad y la mejora de la calidad del aire y el agua.
Aunque los créditos de carbono han demostrado ser una herramienta valiosa en la lucha contra el cambio climático, también enfrentan desafíos y críticas. Algunas de las preocupaciones más comunes incluyen la falta de estándares uniformes en el mercado de carbono, y la cuestión de si la compensación de emisiones mediante créditos puede distraer de la necesidad de reducciones reales en las fuentes de emisiones. Existen opiniones de que se puede considerar como dar dinero por seguir contaminando. Además, al ser comprador y vendidos en mercados internacionales pueden ser objeto de especulación y no necesariamente destinados a cuidar el medioambiente. Su efectividad dependerá del buen uso del plan, y en ocasiones, puede ser visto como un lavado de imagen de la marca. Es por ello, que es importante que elijas proyectos reales y tangibles, que den más valor a tu empresa.
Los créditos de carbono representan una herramienta importante para mitigar el cambio climático y fomentar la transición hacia una economía más baja en carbono. Sin embargo, deben utilizarse de manera complementaria a las acciones de reducción directa de emisiones y deben estar respaldados por estándares sólidos y de transparencia para garantizar su eficacia en la lucha contra el calentamiento global.